RUTA LA VECILLA-CORRECILLA-LA VADORRIA

Otra semana más dispuesto a narraros las aventuras de unos cuantos valientes, nunca mejor dicho lo de valientes, por las tierras frías, y nunca mejor dicho lo de frías, de León. Comenzamos de nuevo en la estación de San Mamés a las 8:15 de la mañana. Para esta ocasión éramos 9 los elegidos para la dura ruta de este día: Josele, Jose, Nandy, Jorge y Diego por parte de los Ondeday y Cefe,Edu, Dani y un servidor Pedro por parte de los meteyerros. En esta ocasión “crusaito” Valentín cassó baja por pegada de sábanas. Para no faltar a la costumbre paramos en La Vecilla puestos a tomar el café mañanero y el bizcocho cortesía de la casa. Desde allí nos dirigimos por la ruta minera desde Campohermoso y Aviados hasta el segundo cruce a mano derecha. Una vez allí dejamos la citada ruta y empezamos a subir en dirección Correcillas por un estrecho y pedregoso camino obligándonos a meter el plato pequeño. Subía y subía el dichoso camino hasta llegar a La Lomba de Arbea y una vez allí descendimos hasta un pequeño valle junto a unas antiguas minas. Reagrupamos fuerzas y nos despojamos de parte de la ropa que llevábamos encima pues el día amenazaba frío en un principio y al final se nos puso templado. Algún valiente se despojó del pantalón largo que luego echó en falta como más adelante explicaré. Desde la mina enseguida tuvimos que echar pie a tierra pues la rampa que se nos presentaba era considerable y llena de muchas piedras sueltas. Anduvimos durante un buen trecho y a pesar de que en algún pequeño tramo subíamos a los pocos metros había que volver a bajarse. La exhausta caminata nos llevó por fin hasta los pies del alto de La Lomba a 1.416 m. desde donde hay una vista del Valle del Marqués pero que esta vez nos tuvimos que conformar con adivinar donde estaba a causa de la niebla y algunos copos de nieve que se dejaban caer llevados por el viento helado que reinaba en el alto. Ahí fue donde hicimos las fotos de rigor una de la cara Norte (Valle del Marqués) y otra divisando el valle que va desde La Vecilla a Matallana.

vista Valle del Marqués al fondo

Aprovechamos también para reponer algo de fuerzas cuando a los pocos metros de empezar a subir otra vez sonó la voz de alarma. Diego se quedó sin trinquetes y le aconsejamos que volviera cuesta abajo por donde habíamos subido hasta la próxima estación que era Aviados. De repente al darle la vuelta a la bici ¡sorpresa! .Se arregló sola. Seguimos subiendo todo el grupo por el valle arriba entre el alto de La Lomba y Entrepeñas hasta llegar arriba a La Cava desde donde se dislumbra la Peña de la Pinguera de 1.708 m. Si hasta ahora no paramos de subir y de andar nos faltaba lo mejor. Para llegar a La Valdorria teníamos que subir una ladera de la Pinguera donde teóricamente tenía que haber un camino que nos bajara a nuestro destino.

La alfombra verde con Valdorria al fondo

La subida tenía que ser andando así es que al grito de ¡!Espartanos!! cogimos las monturas y empujamos de bicicleta cuesta arriba. No acabábamos nunca de subir hasta una torres de alta tensión que era nuestro destino. Llegados arriba ¡sorpresa de nuevo! No se veía ningún camino que nos llevara a La Valdorria. Tardamos poco en decidirnos y es que los espartanos no se rinden nunca. La Valdorria se veías ,sí, pero abajo y sin camino marcado. Agarramos de nuevo nuestras burras y ¡venga! Cuesta abajo a través de matorrales que nos impedían ver el suelo donde pisábamos. Jorge ,en un principio, quería bajar montado diciendo que los arbustos de 1,5 m. de alto más o menos eran como una alfombra. Si, si una alfombra. A medida que íbamos bajando se empezaba a ver una camino que bajaba zigzagueando hasta abajo pero que hasta llegar a el nos faltaban el machete para abrirnos camino entre tanta maleza. De repente aparecieron Edu, Cefe, Diego y Dani por lo alto ya que se quedaron rezagados en la subida. Al preguntar por donde se bajaba nos acordamos de la frase de Jorge y les respondimos: - ¡!Por la alfombraaa!! Las risas empezaron a surgir en el grupo y de repente Nandy se acordó que Diego se había quitado los pantalones largos y con los cortos debería llevar las piernas fustigadas hasta los tobillos.

De nuevo aparecieron las carcajadas que hicieron de la bajada hasta el “camino” más llevadera. Una vez en el camino nos dimos cuenta que estaba ideado para dos profesionales de las bajadas como Jorge y Dani pues estaba plagado de cantos y piedras que hicieron que un servidor callera por encima del manillar. Es camino dejaba de serpentear unos metras más abajo donde esperamos a que llegara el resto del grupo y desde donde seguía el camino, ya por fin, en buenas condiciones hasta La Valdorria. El resto de bajada la gozamos a tope hasta llegar al pueblo donde hicimos unas fotos.

Vista de la bajada en zigzag hasta La Valdorria

Llegados a La Valdorria bajamos por la carretera a Nocedo de Curueño bajada esta de gran pendiente donde alcanzamos velocidades de más de 70 km/h. Cuando llegamos a Noceddo las pastilla y los discos echaban humo .

Desde allí cogimos la carretera hasta La Vecilla prestos a coger el tren de regreso a casa. Como no salía hasta una hora después repusimos fuerzas en el mismo bar donde tomamos el café al lado de la estación acordándonos de la que se había perdido nuestro amigo Valentín. Puede que fiera suerte pues si hubiera venido algún crusaito en la bajada de La Valdorria nos habría pegao. Esperando haya sido de vuestro agrado no os recomiendo la ruta para circular en bici a no ser que queráis pasar una aventura igual de divertida como la nuestra. Los espartanos volverán.

Posted in: