Hola a todos, pues después de una larga temporada sin publicar ni contar nuestras salidas, pues hoy nos encontramos con ganas para por lo menos contaros un poco por encima la ruta que nos marcamos este pasado sábado.
En esta ocasión, solamente salimos cuatro Onedays, y nos acompañó una vez más nuestro amigo Edwin, que poco a poco se va animando a salir con nosotros, (seguro que en el próximo pedido de mallots habrá que hacerle pedido a él también).
Salimos curiosamente desde la puerta de la casa de Pedro, nuestro guía habitual, pero que está sufriendo sus vacaciones allá por las playas del Sur, en las fotos que nos envía de vez en cuando se le ve que lo está pasando mal (que envidia más mala me das), después de un rato de espera a algún rezagado, finalmente decidimos partir. La verdad que el día se presentaba muy bueno, ya que el día amaneció fresco en León, lo que contribuyo a que los Km no se hicieran tan pesados.
Tomamos dirección hacia las Lomas, donde nos enfrentamos a las primeras rampas, y es que lo malo de esta ruta, es que la dureza de estas subidas vienen muy pronto, y casi no te ha dado tiempo a calentar las piernas, pero bueno así son las cosas así que no queda más remedio que armarte de paciencia y darle a los pedales hasta llegar a la parte alta de los pinos, a la altura de la pista de aeromodelismo. A partir de ahí, tendríamos un largo trayecto hasta llegar a Santovenia del Monte, hasta ahí la ruta estaba clara, no tenía perdida. Pero los sherpas esta vez, estábamos un poco verdes aún y no nos aclaramos bien con la ruta a seguir, por lo que al final realizamos una nueva variante, pero que al final salió bastante bien, ya que el "perderse" da una cierta emoción.
Una vez atravesado el valle que tantas veces hemos retratado en este blog, seguimos un camino, que nos llevo a un punto de no retorno, y es terminamos en la parte alta de un cortafuegos, en donde mirabas a la izquierda y tenías una pronunciada bajada, y de seguido una fuerte subida. Mirábamos a la derecha y teníamos el mismo paisaje, por lo que teníamos que decidir cual sería la mejor opción.
Por suerte Edwin mostró sus dotes de buen explorador y usando el GPS del teléfono, pudo ver un camino que nos encontraríamos si optábamos por ir hacia la izquierda. Pero sorpresa, cuando llegamos abajo el camino que estaba tan definido en el GPS, no estaba tan claro, no obstante, se podía distinguir entre la vegetación un pequeño rastro de un camino, por lo que nos decidimos hacer un campo a través para ver hasta donde llegamos.
Localizamos por fin un nuevo camino forestal, que nos llevaría a la laguna, en donde realizamos nuestra parada de la chocolatina. La parada fue breve, y tan amena, que se nos olvidó hacernos la foto de rigor, cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde así que no tendréis más remedio que confiar en nuestra palabra
Desde allí, y ya ubicados en la ruta a seguir, fuimos por el mismo camino que en otras ocasiones hemos seguido, esa parte del camino no es otra que una larga subida, no muy pronunciada, pero que poco a poco y según iba transcurriendo el tiempo las piernas se empiezan a resentir, y la hasta empieza a desesperar ya que no parece terminar nunca.
Pues esta ha sido la última ruta que hemos realizado, esperamos que os haya gustado. Os esperamos en la próxima salida.
