Esta ruta es un
entrenamiento de la ruta corta de la I Maratón Ciudad de León que
se celebrará el 30 de Junio del corriente a la cual estamos
inscritos alguno de nosotros.
La ruta sale de León
en el polígono X pero como va neutralizada hasta Navatejera
empezamos la ruta desde allí.
El grupo quedó esta
vez en la ya conocida plaza del León y esta vez fuimos 7 los
elegidos para la gloria de poder pedalear en sábado.
Salimos de la citada
plaza a las 9 de la mañana en dirección Navatejera. Por el camino
nos topamos con Jorge paseando a su perro que nos contó que estaba
algo griposo causa por la que no pudo venir. Desde Navatejera cogimos
empezamos a subir por la ladera de Río Toro hasta la fuente del
Campo Ancho. Desde ahí cogimos el camino de La Lomba hasta llegar a
uun valle que baja hasta Villasinta y que nosotros subimos hasta Las
Calabazas ya a 965 m. Bajamos al arroyo Cubiel por el que volvimos a
subir hasta Las Carboneras. Era un constante subir y bajar. Una vez
llegado a Las Carboneras el camino nos condujo a la carretera N-630
la cual seguimos por un camino paralelo hasta un campo de paneles
solares situado en el Bustillo. El camino rompe-piernas total nos
hizo plantearnos la ruta.
En vez de bajar a Riosequino nos dirigimos a la Venta de la Tuerta a reponer fuerzas y tomar un café y la típica parada de la chocolatina. Desde allí decidimos ir hacia la Urbanización Estrella de Ízar que es por donde pasaba la ruta marcada en la maratón pero evitando la dura subida de Riosequino a dicha Urbanización. Desde Izar la ruta nos tenía preparada otra sorpresa y no era más que bajar por una trialera hasta el Valle Valdecuadros y tras cruzar dos puentes de madera sobre el arroyo del mismo nombre subimos por un camino angosto hasta el Alto de Vadenea (1078 m.). Nos quedaba dirigirnos otra vez hasta la N-630 y cruzarla para bajar hasta el Valle por donde discurre el Río Bernesga pero en vez de cruzar más arriba para bajar a la Seca, según la ruta , de nuevo acortamos bajando por el arroyo de Cabanillas hasta el pueblo del mismo nombre.
Ya en Cabanillas nos quedaba bajar hasta León por el camino de San Salvador que ya conocíamos pero que siempre es duro ya que te pilla a la vuelta y es un sube y baja demoledor después de los kilómetros que llevábamos, que no eran muchos pero sí intensos. Las pendientes exigían poner el plato pequeño y las piernas nos pedían un respiro. En una de las fuertes bajadas nuestro amigo Nandy tuvo que echar mano de sus partes nobles para controlar su montura y más adelante Dani partió el cable del desviador trasero por lo que tuvo que acabar la con el piñón pequeño y el plato pequeño. Ya desde Carvajal agarramos la carretera con ganas hasta León pensando la que se nos viene encima el día de la maratón. Son 66 km en total pero un quema piernas absoluto.
En vez de bajar a Riosequino nos dirigimos a la Venta de la Tuerta a reponer fuerzas y tomar un café y la típica parada de la chocolatina. Desde allí decidimos ir hacia la Urbanización Estrella de Ízar que es por donde pasaba la ruta marcada en la maratón pero evitando la dura subida de Riosequino a dicha Urbanización. Desde Izar la ruta nos tenía preparada otra sorpresa y no era más que bajar por una trialera hasta el Valle Valdecuadros y tras cruzar dos puentes de madera sobre el arroyo del mismo nombre subimos por un camino angosto hasta el Alto de Vadenea (1078 m.). Nos quedaba dirigirnos otra vez hasta la N-630 y cruzarla para bajar hasta el Valle por donde discurre el Río Bernesga pero en vez de cruzar más arriba para bajar a la Seca, según la ruta , de nuevo acortamos bajando por el arroyo de Cabanillas hasta el pueblo del mismo nombre.
Ya en Cabanillas nos quedaba bajar hasta León por el camino de San Salvador que ya conocíamos pero que siempre es duro ya que te pilla a la vuelta y es un sube y baja demoledor después de los kilómetros que llevábamos, que no eran muchos pero sí intensos. Las pendientes exigían poner el plato pequeño y las piernas nos pedían un respiro. En una de las fuertes bajadas nuestro amigo Nandy tuvo que echar mano de sus partes nobles para controlar su montura y más adelante Dani partió el cable del desviador trasero por lo que tuvo que acabar la con el piñón pequeño y el plato pequeño. Ya desde Carvajal agarramos la carretera con ganas hasta León pensando la que se nos viene encima el día de la maratón. Son 66 km en total pero un quema piernas absoluto.
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