Y LLEGO LA NIEVE

Hola a todos, pues aquí estamos de nuevo para contaros nuestra última salida. La verdad que cualquier cosa que os pueda contar en esta ocasión, no sera suficiente para explicaros lo vivido este pasado domingo.

El fin de semana, se planteaba bastante oscuro, los partes meteorológicos nos avisaban de una tal ciclogenesis explosiva, que iba a alborotar todo el tiempo en la península. No obstante, en un pequeño rincón de León, hay un pequeño grupo de flipaos, que no se amedrentan por nada.

Así que como casi siempre, la hora de quedada, la de siempre, el lugar, esta vez cambiamos, en la casa de Pedro, al pie de los Pinos. Y las sorpresas iban viniendo de una en una. Primero, nos encontramos con que nuestro compañero Valentín, decidió pasarse a los frenos de disco y olvidarse de sus viejas zapatas desgastadas. Por fin nuestro pequeño hobbit decidió regresar a la comarca y dejar atrás a las ordas de orcos que nos amenazaban en cada salida.

La ruta, como es habitual en León, comenzó en los Pinos, como no, de primeras nos encontramos con una fuerte subida que nos llevaría hasta las Lomas, y desde allí tomamos los caminos que nos llevarán hasta el Alto del Portillo y continuar hasta la carretera de Santander En más de una salida que hemos comentado hemos seguido ese mismo camino, por lo que no daré grandes reseñas sobre ese trayecto. Lo único destacable la cantidad de barro y los primeros resquicios de nieve que más tarde nos encontraríamos. Además de esto, cabe destacar también la caída tonta de Diego, que ante un alarde de habilidad intento bajar un pequeño escalón con un caballito, y acabo de bruces contra el suelo, menos mal que no había cámara en ese momento...

Una vez atravesada la carretera de Santander, continuamos por la misma ruta que nos lleva hacía la Definitiva y las Medulillas, pero el destino esta vez no era ninguna de estas ya míticas bajadas. Nos tocaba pedalear mucho más. Poco a poco, y sin darnos cuenta, el paisaje paso a un blanco inmaculado. La nieve ya era la protagonista de nuestra excursión. 

Las paradas cada vez eran más frecuentes, a Edu le dio una pájara que nos hizo detenernos durante un rato, el frío empezaba a hacer mella en nuestros cuerpos, sobre todo en los pies. Por cierto, el forrarse los pies con plástico, por lo menos a mi no me sirvió de nada. la próxima vez probare a darle mas vueltas alrededor del pie con el plástico.

Una vez recuperadas las fuerzas, volvimos a ponernos en ruta, pero el paisaje nos invitaba a hacer de nuevo una parada para tomarnos unas fotos. Reanudada la marcha llegamos al punto de donde realizaremos la ritual parada de la chocolatina, en donde volvimos a debatir los devenires de la ruta que estábamos haciendo, unas nuevas fotos, un vídeo y de nuevo a ponernos a la tarea, el frío que hacía nos invitaba a no parar demasiado, los pies empezaban a ser una gran losa que hacía que la marcha fuera mas sufrida para mi por lo menos hasta dolorosa.

Estaba programado llegar hasta Pardavés, pero el tiempo se nos echaba encima, y a más de uno nos estaban esperando con el rodillo detrás de la puerta, así que decidimos acortar la ruta y llegar hasta Pedrún, para lo cual había que hacer una larga bajada por un camino forestal, en este caso totalmente cubierto de nieve, que hacia que hasta bajando teníamos que pedalear, lo cual suponía que las piernas nos descansaran practicamente nada. También es cierto que apetecía hacer la bajada de una manera tranquila y poder disfrutar del paisaje, ya que cada vez es menos frecuente el poder ver todo blanco como nos lo encontramos este día.
Llegados Pedrún volvimos a retomar durante un par de Km un nuevo camino que nos llevaría hasta la carretera que nos deja en Villanueva del Árbol. Todo apuntaba a que la ruta discurriría de una forma normal y fluida, pero no fue así, a uno que le dio el apretón y que no tuvo mas remedio que airear detrás de un árbol, a Valentín, parece un corte de digestión y para colmo también tuvo una avería en sus bielas que no le permitían pedalear, y es que amigo mio, el volver a la comarca, no significa que todo vaya a ser de color de rosas, pero por lo menos ya has testado los nuevos componentes y ya sabes donde hay que hacer ajustes.

Una vez en Villanueva del Árbol, cada uno tomo la dirección que más le convenía y es que como había comentado anteriormente, el tiempo se nos echo encima y había prisa por llegar cada uno a su casa.

Esta fue la salida del domingo, que ha sido genial y seguro que nos esperan otras parecidas

Que paséis una feliz semana.

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